Nuestro 6to aniversario!!!
¿No lo sabías? toda la semana, hemos explorado 5 temas para anunciar ……
El aniversario, la fiesta del colegio !!!!
En el video 1, hablamos sobre el solsticio de invierno, aquí en Perú, y de verano en Francia. Este año toca el 20 de junio. Este fenómeno astronómico fue celebrado desde la antigüedad. En Perú, en la cosmovisión andina (video no 2) con la fiesta del sol donde se pedía al sol que se vuelva a acercar a la tierra; en Francia, con rituales para festejar la llegada de la nueva estación y las cosechas. El Intiraymi, si se puede percibir como una fiesta folklórica hoy, conocido por los turistas del mundo entero sigue teniendo un fondo político y cultural fuerte. El ritual antiguo se volvió una fiesta cristiana en Francia, la fiesta de San Juan con grandes fogatas. Y desde hace unos años (video 3), el ritual de llegada del verano se cristaliza con la fiesta de la música, el día 21, celebrando la fraternidad, la alegría, el poder de la música como eje cultural. Esa coyuntura resulta ser un terreno simbólico de fundación de nuestro colegio.
¡Qué mejor contexto para el colegio peruano-francés que esa inscripción en el cosmos, esa hibridación, ese cruce, “métissage”, fecundación para la educación de un niño de estas 2 culturas tan ricas, la peruana y la francesa! El bilingüismo, la biculturalidad ya probaron, a través de las investigaciones en ciencias de la educación y en neurociencias ser trampolines interesantes para la formación intelectual, cultural de los alumnos.
Los video 4 y 5 les hablan del Principito y de Antoine de Saint-Exupéry. Hemos escogido el autor de esa famosa obra, no por casualidad, es un cuento filosófico universal que se dirige a los niños, pero más todavía al niño que queda presente en cada adulto. Este año, por primera vez, se celebra el 29 de junio, el Día Mundial del Principito! Cerraremos así con broche de oro esa semana de celebraciones.
¿Porque tanto interés en ese libro?
Algunos se atreven a calificarlo como el más grande tratado metafísico del siglo XX! Es exagerado, pero, en el mundo entero, es verdad que cada vez se valora más y se descubre nuevas enseñanzas de esa inmensa obra, compuesta de varios libros, de Antoine de Saint Exupery. Es que sus libros transmiten valores que nos guían en todo proceso de educación. Nos dio principios de management que se aplican más allá de la educación. Insistió en la necesidad de referencias, de pilares para anclarse, estabilizarse en un mundo en perpetuo cambio; en la necesidad de dar un sentido, una finalidad a toda acción, mostrando que la motivación condiciona la excelencia del resultado final. Para él, es primordial darle densidad, importancia al momento vivido, gozarlo y satisfacerse de ese rato. Nos mostró lo esencial para construirse en el intercambio, en la fraternidad, en el don de sí mismo, en la descentralización de su ser para acceder a la alteridad. No paró de decir que la diferencia nos enriquece. Y nos aleccionó sobre la responsabilidad. Como el Principito con su rosa, cada uno es responsable de todos. Forjar un ser humano para el futuro como ciudadano del mundo en esa perspectiva de corresponsabilidad para la formación de una sociedad justa, preocupada por el respeto y la preservación del planeta es uno de sus anhelos.
El humanismo de Saint-Exupéry es un humanismo pedagógico. Leyendo su obra se puede aprender a ser un hombre de la niñez a la adolescencia hasta la edad de la responsabilidad y del pensamiento. En esa semana de aniversario diferente por esa crisis que atravesamos, su inspiración no dejará de guiarnos .
Festejemos todos juntos esos valores con la esperanza de volver a encontrarnos físicamente, agotados pero más fuertes para alcanzar nuestros objetivos.
¡Feliz aniversario !