La mejor herencia para sus hijos / le meilleur héritage pour vos enfants

La mejor herencia para sus hijos / le meilleur héritage pour vos enfants

Por: Annie Oillic       Ilustración: Freepik

El 23 de marzo, hicimos una primera pausa-evaluación de las condiciones excepcionales de escolaridad para este año 2020. Después de 2 meses de confinamiento y enseñanza a distancia, ¿qué podemos decir?

Hemos adaptado, regulado e incluso cambiado nuestros puntos de vista en muchas áreas.

Todos los colegios privados se han visto envueltos en cuestionamientos sobre el costo de las pensiones. Si se pensó, en un primer momento, afrontar esa nueva situación de clases a distancia durante 15 días o un mes máximo, todo cambió al enfrentarse a la perspectiva de un año escolar entero en casa, y a una parálisis de la economía en todo el país, crisis que no habíamos de ninguna manera previsto. Tanto los directivos de los colegios como los padres de familia tuvieron como objetivo casi exclusivo de su presupuesto lograr una remuneración justa para sus profesores, quienes cumplen a tiempo completo con la enseñanza a distancia.

La exigencia del gobierno, de publicar este martes los balances económicos en las páginas web de los colegios, vino después de una serie de declaraciones de nuestros dirigentes largamente mediatizadas. Si eso se puede entender en periodo de crisis, sería peligroso que ese “bashing” anti colegios privados siga, problematizando el clima de confianza que debe existir entre padres de familia y directivos, situación que podría afectar seriamente la permanencia de un sistema privado. Ese sistema, de momento se posiciona en complementareidad del sistema público; sin negar el esfuerzo considerable de la búsqueda de calidad en la enseñanza pública, parece indispensable una alternativa educativa al servicio de la nación.

Lo económico no fue la única preocupación en esa temporada. Todos los actores de la educación han medido la enorme dificultad de tener que perder la esencia misma de la escuela que es el lazo social, el aprender a convivir, el regular día a día las emociones y todo el campo afectivo de los alumnos, condiciones indispensables a todo proceso de aprendizaje. Si en estos últimos años, en el mundo entero, se formaron miles de profesores a la integración de las tecnologías a la práctica docente, si algunos imaginaron un aprendizaje exclusivo online, en todos los países hoy en día escuchamos alumnos que extrañan a sus maestros, siendo este un sentimiento recíproco. Sin embargo, después de una adaptación rápida y forzada, poco a poco se fueron regulando, ajustando, mejorando las prácticas en los distintos niveles. La evaluación constante nos permite emitir algunas reflexiones.

El primer nivel afectado con grandes dificultades es el nivel inicial. En algún momento, la tendencia fue decirse “a esa edad, no es necesario seguir con la enseñanza; son muy chiquitos los alumnos y recuperarán sus actividades fácilmente!” Es una reacción que se puede entender y si había que priorizar a alumnos mayores, era obvio que resultaba más lógico “sacrificar” la escolaridad de los menores. Sin embargo, al ver que la situación podía durar un año escolar entero, recordamos las indicaciones que se dieron estos últimos años de parte de los investigadores en ciencias de la educación y de los neurocientíficos. La obligación escolar lo más temprano posible ha sido una exigencia estos últimos años. Resaltamos la necesidad de iniciarse cuanto antes a los códigos de la vida escolar, a la adquisición de los aprendizajes fundamentales, como cimientos de la historia escolar de cada alumno y como prevención de desigualdades sociales. Se tiene que poner a temprana edad las condiciones de todo aprendizaje futuro, entre los más esenciales, la noción del tiempo, las competencias numéricas, las figuras geométricas, el acercamiento a la lectoescritura con la fonología, la calidad del vocabulario etc. Las neurociencias (reforzando las intuiciones pedagógicas de precursores como Montessori o Freinet) insistieron también sobre la importancia de ese periodo “sensible” que constituyen los primeros años de escolaridad, para construir, con el entrenamiento, la repetición, la reflexión, las conexiones cerebrales que condicionaran las capacidades futuras del alumno.

La realidad de inicial es que, en enseñanza a distancia, no se puede prescindir de la presencia de los padres. Imaginamos perfectamente cuán difícil es, y, a menudo con padres que trabajan es casi imposible. Y además no solamente cuenta la disponibilidad. Sabemos que los primeros educadores son los padres. Sin embargo, en esas circunstancias especiales, se necesita manejar un mínimo de competencias de enseñanza formal. Así entendimos que la primera tarea del maestro es dar todas las explicaciones e instrucciones a los padres para que toda actividad tenga sentido y un objetivo. Parece simple y obvio, pero no lo es. Esa experiencia debe mejorarse y capitalizarse más tarde cuando regresemos al colegio, valorando esa cooperación estrecha profesor-padre de familia en forma presencial y a distancia. Ese nuevo papel del padre debe cumplirse con esa sutilidad y fineza de, a la vez, reconocer el profesionalismo del maestro, indispensable para forjar la confianza del alumno; y el educar muy temprano a la autonomía, luchando contra el instinto normal de proteger y a veces sobreproteger llegando a hacerle al hijo la tarea más fácil.

En primaria y secundaria, el papel de los padres es distinto pero también esencial. Deben ser garantes de las buenas condiciones para el trabajo escolar hasta en ambientes estrechos y compartidos. Pero sobre todo deben ser garantes de la seguridad de sus hijos inculcando confianza en los profesores. Pueden tener sus dudas, sus críticas pero no delante de sus hijos. Esa seguridad, esa confianza, y también el alentarlos, animarlos son los pilares para seguir adelante. Por otra parte deben también imponer las reglas que se deben respetar: la asistencia, la permanencia durante el tiempo de la clase, la devolución de tareas. Nos hace sonreír ver las actitudes de algunos alumnos aprovechando las fallas del sistema y presentando nuevas conductas de transgresión que son normales pero que debemos regular. Debemos reconocer también la importancia de los intercambios con sus compañeros a través de reuniones informales que ellos se programan. Podemos además organizar reuniones entre ellos más formales cuyas discusiones entre ellos pueden preparar las horas de tutoría. Seamos, padres y profesores muy atentos al menor signo de angustia, de preocupación, de tristeza y de falta de ganas.

Seguramente a lo largo de las semanas que vienen, saldrán otros puntos que analizar. Hoy en día, muchos países de Asia y Europa están viviendo el desconfinamiento, no sin angustias, no sin plena conciencia de lo difícil y arriesgado que puede ser. Estamos siguiendo muy de cerca, y con contactos regulares con colegas de Francia, la manera en que se está organizando el regreso a los colegios, los protocolos impuestos y los dispositivos pedagógicos, gestionando a la vez el retorno de algunos y el seguimiento de otros en clases a distancia. La evaluación que se hará regularmente nos ayudará a prepararnos. En efecto, el Ministro de educación, ese fin de semana mencionó, que si bien en el Perú no es el momento del desconfinamiento, ya que las medidas tomadas no dan el resultado esperado, se seguirá viendo la situación sanitaria y se observara con atención lo que pasa en otros países, a fin quizás de programar un retorno al colegio.

Es obvio que vamos a tener que vivir con el riesgo, muchos hábitos van a cambiar y saldremos más fuertes de esta prueba.

Preparémonos “al después”, sacando las lecciones aprendidas durante este período terrible para volver a trabajar, a vivir, a apreciar lo que se tiene, sin duda alguna con menos confort, más preocupaciones diversas, pero quizás con más paciencia y más sabiduría. Y esa sabiduría es la mejor herencia para sus hijos.


Pour: Annie Oillic       Illustration: Freepik

Le 23 mars, nous avons fait une première pause-évaluation des conditions exceptionnelles de scolarisation pour cette année 2020. Après 2 mois de confinement et d’apprentissage à distance maintenant, que pouvons-nous dire?

Nous nous sommes adaptés, avons régulé, voire changé nos points de vue dans de nombreux domaines.

Toutes les écoles, du moins les écoles privées, ont été impliquées dans des questionnements sur le coût des pensions. Si on pensait initialement faire face à cette nouvelle situation des cours à distance pendant 15 jours ou un mois maximum, tout a été bouleversé face à la perspective d’une année scolaire entière à la maison, et à une paralysie de l’économie à travers le pays que nous n’avions en aucune façon anticipée. Les responsables de l’école et les parents n’ont d’autre prétention aijourd’hui que d’atteindre la juste rémunération de leurs enseignants qui effectuent un enseignement à distance à temps plein.

La publication exigée ce mardi par le gouvernement, sur les pages web des écoles,des budgets des écoles privées intervient après une série de déclarations de nos dirigeants largement médiatisées. Si cela peut être compris en période de crise, il serait dangereux que ce «bashing» contre les écoles privées se poursuive, questionnant le climat de confiance qui doit exister entre parents et directions, une situation qui pourrait sérieusement affecter la pérennité d’un système privé. Ce système se positionne pour le moment en complémentarité avec le système public; Sans nier l’effort considérable de recherche de la qualité dans l’enseignement public, une alternative éducative au service de la nation semble indispensable.

L’économie n’a pas été la seule préoccupation durant cette période. Tous les acteurs de l’éducation, avons mesuré l’énorme difficulté d’avoir à perdre l’essence même de l’école qui est le lien social, apprendre la coexistence, réguler les émotions au jour le jour et tout le champ affectif des élèves, conditions préliminaires indispensables à tout processus d’apprentissage. Si ces dernières années, à travers le monde, des milliers d’enseignants ont été formés pour intégrer les technologies à leurs pratiques d’enseignement, si certains ont imaginé un apprentissage en ligne exclusif, dans tous les pays aujourd’hui, nous entendons des élèves qui réclament leurs enseignants, leurs camarades et nous voyons des professeurs malheureux d’être privés de la présence physique de leurs élèves. Cependant, après une adaptation rapide et forcée, peu à peu nous avons régulé, ajusté, amélioré les pratiques à différents niveaux. Une évaluation constante nous permet de proposer quelques réflexions.

Le premier niveau touché avec de grandes difficultés est le niveau maternelle : à un moment donné, la tendance a été de dire «à cet âge, il n’est pas nécessaire de continuer à assister aux séances ; les élèves sont très petits et se récupéreront facilement »! C’est une réaction qui se comprend, et s’il fallait prioriser les élèves plus âgés, il était évident qu’il était plus logique de «sacrifier» la scolarisation des mineurs. Cependant, sachant que la situation pourrait durer une année scolaire, nous rappelons les indications données ces dernières années par les chercheurs en sciences de l’éducation et les neuroscientifiques.

L’obligation scolaire le plus tôt possible a été une exigence ces dernières années. La maternelle a pris de plus en plus d’importance ,d’abord pour la nécessité de commencer le plus tôt possible à inculquer les codes de la vie scolaire, l’acquisition des apprentissages fondamentaux, comme ciment de l’histoire scolaire de chaque élève et comme prévention des inégalités sociales. Parmi ces apprentissages les plus essentiels, la notion de temps,les compétences numériques, figures géométriques, une approche de l’alphabétisation par la phonologie, la qualité du vocabulaire … Les neurosciences (renforçant les intuitions pédagogiques des précurseurs comme Montessori ou Freinet) ont insisté également sur l’importance de cette période «sensible» des premières années de scolarité, ou l’entraînement , la répétition, la réflexion,préparent les connexions cérébrales qui conditionnent les capacités futures de l’élève.

La réalité en maternelle est que, dans l’enseignement à distance, la présence des parents ne peut être évitée. Nous imaginons bien à quel point c’est difficile, et souvent avec des parents qui travaillent presque impossible. De plus, la seule disponibilité n’est pas suffisante .Nous savons que les premiers éducateurs sont les parents. Cependant, dans ces circonstances particulières, ils doivent posséder un minimum de compétences d’ enseignement. Ainsi nous avons compris que la première tâche de l’enseignant est de donner les explications et instructions nécessaires aux parents pour que toutes les activités aient un sens et des objectifs. Cela semble simple et évident, mais ce n’est pas le cas.
Cette expérience devra être améliorée et capitalisée plus tard lorsque nous retournerons à l’école, en valorisant cette étroite coopération enseignants-parents en présenciel et à distance. Ce nouveau rôle doit être tenu avec cette subtilité et finesse pour en même temps reconnaître le professionnalisme de l’enseignant, indispensable pour forger la confiance de l’élève, et participer à l’ éducation précoce de l’autonomie, lutter contre l’instinct normal de protéger, parfois surprotéger et faciliter la tâche de l’enfant.

Réunions informelles prévues. On peut aussi organiser des rencontres entre eux Au primaire et au secondaire, le rôle des parents est différent mais aussi essentiel. Ils doivent être garants de bonnes conditions de travail scolaire même dans des environnements étroits et partagés. Mais ils doivent avant tout être garants de la sécurité de leurs enfants, insuffler confiance aux enseignants. Ils peuvent avoir leurs doutes, leurs critiques mais pas devant leurs enfants. Cette sécurité, cette confiance, et aussi les encourager, les encourager sont les piliers pour aller de l’avant. En revanche, ils doivent également imposer les règles à respecter: fréquentation, permanence pendant les heures de cours, retour des devoirs. Cela nous fait sourire de voir les attitudes de certains élèves profitant des failles du système et présentant de nouveaux comportements de transgression qui sont normaux mais qu’il faut réguler. Il faut aussi reconnaître l’importance de leurs échanges avec leurs pairs à travers des groupes plus formels dont les discussions entre eux peuvent préparer les heures de tutorat. Soyons, parents et enseignants très attentifs au moindre signe d’angoisse, d’inquiétude, de tristesse et de manque de désir.

Au cours des prochaines semaines, il y aura sûrement d’autres points à analyser. Aujourd’hui, de nombreux pays d’Asie et d’Europe sortent du confinement, non sans angoisse, non sans avoir pleinement conscience de la difficulté et du risque que cela peut être. Nous suivons de près, et avec des contacts réguliers avec des collègues français, l’organisation du retour à l’école, les protocoles imposés et les dispositifs pédagogiques, gérant à la fois le retour des uns et le suivi des autres en cours à distance. L’évaluation qui sera faite régulièrement nous aidera à nous préparer. En effet, le ministre de l’Éducation, ce week-end a mentionné que, bien qu’au Pérou ce ne soit pas le moment du déconfinement, puisque les mesures prises ne donnent pas le résultat escompté, la situation sanitaire continuera à être observée et ils regarderont attentivement ce qui se passe dans d’autres pays, afin peut-être de planifier un retour à l’école .

Bientôt, percevrons-nous une petite lumière au bout du tunnel? S’il est évident que nous allons devoir vivre avec le risque, si de nombreuses habitudes vont changer, nous sortirons plus forts de cette expérience.

Préparons-nous à l’«après» en tirant les leçons de cette terrible période pour recommencer à vivre, sans doute avec moins de confort qu’avant, avec plus de soucis de divers ordres mais aussi avec plus de patience et de sagesse. Et cette sagesse est le meilleur héritage pour vos enfants !!!!