Primer lugar en el XXIII IEEE Latin American Robotics Competition (LARC)

Primer lugar en el XXIII IEEE Latin American Robotics Competition (LARC)

Cada año se llevan a cabo las Competencias Latinoamericanas de Robótica (LARC), el cual es el evento académico más importante de robótica a nivel Latinoamérica. Este año, Perú tuvo la dicha de ser elegido como sede de este concurso, pues el evento se realizó en Arequipa, del 11 al 14 de noviembre, en las instalaciones del Instituto del Sur (Isur), lugar en el que confluyeron más de 30 equipos de robótica de Brasil, México, Chile, Colombia y Perú.

Este evento abarcó 5 categorías de competencia, en las cuales participaron equipos locales e internacionales, en representación de universidades latinoamericanas e instituciones educativas comprometidas con el desarrollo de la robótica. Dentro de las agrupaciones universitarias locales destacan la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA) y la Universidad Católica San Pablo (UCSP).

Nuestros alumnos Guillermo Gárate Calderón (2do. de secundaria) y Carolina Cutipa Apaza (1ro. de secundaria),  participaron en la categoría SEK (Standard Educational Kits), en donde obtuvieron el primer puesto al superar por un amplio margen a tres delegaciones del club de robótica de la UCSP y un equipo de exalumnos con amplia experiencia en competencias. Este logro les fue posible gracias a meses de preparación junto a su equipo CREA (Club de Robótica Educativa Avanzado) de la academia Educativa Robotics, en donde destacó el trabajo en equipo y. buena comunicación para resolver problemas técnicos y sacar adelante un proyecto de robótica de gran complejidad.

El equipo CREA se preparó para competir en las instalaciones de Educativa Robotics, donde plantearon una solución eficiente al reto planteado por la IEEE para la categoría SEK. El reto consistía en crear un robot capaz de llevar pasajeros a su destino, basándose en una clave de altura y color del pasajero. Por ejemplo, si el pasajero era de tamaño “pequeño” y de color “azul”, significa que es un niño que quiere ir al colegio; o si era un pasajero “grande” de color “marrón”, significaba que era un adulto que quiere ir a la panadería. Así el robot debía identificar el tamaño y color de sus pasajeros para llevarlos a uno de los 7 establecimientos posibles en el mapa, y a su vez, debía navegar de forma precisa por el mapa, evitando obstáculos y recalculando su ruta al encontrar una calle cerrada. Sin duda un reto de alto nivel, que requirió una construcción y programación impecables.

Felicitaciones a ellos!!!