Tiempos de prevención y esfuerzo
Por: Annie Oillic Ilustración: Macrovector – www.freepik.es
Esta editorial es un primer momento de pausa-evaluación desde la medida de confinamiento que nos toca vivir tanto en Perú como en Francia; además de a millones de individuos en el mundo. Esas palabras hacen eco a múltiples comentarios leídos y escuchados en esos días. La idea es de contextuarlos para la comunidad educativa Antoine de Saint Exupéry, y quizás justamente contribuir así a “hacer comunidad”, crear una cohesión entre profesores, padres, estudiantes, entidades cercanas, para juntos atravesar esa crisis histórica y salir de allí más humanos y más fuertes.
Primero, un pensamiento especial, lleno de admiración y reconocimiento a todos nuestros padres de familia, médicos y trabajadores del sector salud, empleados de bancos, de servicios, de comercios que nos permiten sobrevivir hoy en día. Ponen sus vidas en peligro, para que nosotros podamos protegernos. Dejan cada mañana a sus hijos, preocupándose de la manera en que van a poder organizar su día de trabajos escolares y de otras actividades. Decir sólo “Gracias” resulta ser bastante insuficiente.
Una vez más, nuestro apoyo también se dirige a todos aquellos que están lejos de sus familias. Todos estamos aislados y las redes sociales ignoran los miles de kilómetros que nos separan. Sin embargo, la presión de las familias francesas, por ejemplo, para que sus hijos, nuestros maestros, se unan a ellos lo más rápido posible, hace que este período sea aún más difícil.
¡Para todas las familias confinadas en sus hogares, estoy lejos de imaginar que todo es fácil! Todos están confrontados a nuevas emociones fuertes que son completamente legítimas y comprensibles. El miedo se instala disimuladamente, la ansiedad, y probablemente la irritación y el fastidio. Y encima los adultos necesitan encontrar nuevas estrategias para manejar este nuevo contexto con sus hijos, poniéndolos al tanto de lo que pasa pero con la suficiente sutilidad para limitar la angustia.
Todos hemos minimizado, creo, al principio, los efectos psicológicos causados por este encierro. No son benignos y es necesario mostrar calma, paciencia, creatividad y lucidez, no para dramatizar, sino para aceptar y manejar día a día todo lo que nos molesta y preocupa.
La continuidad educativa, implementada en todos los establecimientos, esencial para que el ritmo de aprendizaje no se rompa, no ayuda a facilitar la vida diaria. La primera semana fue extremadamente difícil para todos. Los maestros, preocupados de hacer lo mejor, se enfrentaron a las múltiples dificultades que experimentaron los alumnos y aún más los padres. Estas son prácticas nuevas que se han experimentado pero a una escala mucho menor. Es una nueva relación al saber, al aprendizaje, una nueva organización del tiempo, una nueva profesión para los maestros, una relación de padres a hijos con una postura de tutoría completamente inédita.
A esto también se agrega el temor de no estar a la altura y de hacer perder el tiempo. Tomando el riesgo de chocar con algunos, les diría que la urgencia es tomar distancia, decirse que todos los maestros y los padres del mundo viven la misma cosa, los mismos reproches, las mismas preguntas. Pero el hombre tiene una extraordinaria capacidad de adaptación, y el niño aún mucho más. A lo largo de los días, las disfunciones que puedan existir se regularizarán, se pondrán en perspectiva. Los estudiantes adquirirán más y más seguridad y autonomía, si ustedes sus padres, poco a poco logran ser más flexibles y menos ansiosos.
Esta experiencia, por supuesto, ayudará a evaluar estos nuevos enfoques pedagógicos. Les dará a los maestros muchas alternativas para diversificar el aprendizaje. Multiplicará las posibilidades de compartir recursos entre ellos. Pero cuando regresemos al colegio, cuando crucemos las rejas, creo que nadie dudará, ni por un minuto, de la excelencia del trabajo de los maestros al establecer en sus clases este vínculo social esencial, la delicada atención a cada uno, el gesto que marca.
Como les han comentado Yves Martinon, Lilia Mesias y Catherine Clemente en estos días están evaluando el dispositivo con los profesores y haciendo ajustes, limitando las dificultades.
Tenemos la suerte de pertenecer a la red de establecimientos franceses en el extranjero, la AEFE. Para la zona sur de América del Sur ,el inspector y los consejeros pedagógicos están a nuestra disposición para brindar apoyo regular, capacitación si es necesario, intercambio de experiencias con todos los demás establecimientos. Asimismo el Ministerio de Educación peruano está cada vez más aumentando la disponibilidad de recursos para la educación a distancia.
Si notan en sus hijos signos de ansiedad y estrés, la próxima semana se les ofrecerán posibilidades de citas a distancia con los psicólogos de la institución. Las sesiones de yoga para niños y de mindfullness ya disponibles para algunos pueden generalizarse.
En el sitio web del colegio iremos implementando varios recursos informativos y culturales, tanto de Francia como de Perú. Los alumnos de sexto grado podrán preparar con sus padres su lista de visitas a París para el futuro intercambio!!!!! Por otro lado en Classroom estaremos publicando juegos, lecturas y actividades lúdicas seleccionadas. A veces pueden ser buenas alternativas. Todas estas actividades serían de acceso libre; no se trata de ahogarles, sino de dejarles elegir si lo desean.
Finalmente, todos los psicólogos están de acuerdo en que ante una situación excepcional que puede ser desestabilizadora, nada supera el ejercicio de la escritura. Aviso a todos, adultos y estudiantes por igual: escojan un hermoso cuaderno, abran un blog y cuéntennos la historia de lo que les está sucediendo, lo que se vive a su alrededor, estén atentos a las nuevas formas de hacer las cosas, a los gestos de solidaridad nunca vistos, a la naturaleza que se despierta sorprendida de lo que le ocurre. Guarden esos escritos para más tarde, para no olvidar; o publíquenlos para la familia Saint Exupéry. Al final de esa experiencia inédita… en 15 días… 1 mes o más… organizaremos un concurso a partir de esas historias.
Y juntos nos prometeremos no olvidarlo nunca…
¡Hasta pronto!
Annie Oillic